Deconstruir la noticia: el enfoque de partículas
Es hora de repensar los artículos digitales. ¿Por qué los hacemos así? ¿Para qué los hacemos así? Alexis Lloyd, director creativo de The New York Times Research & Development, reflexiona sobre esta cuestión y se plantea una pregunta: ¿qué forma y estructura tendrán las noticias en el futuro?
En su opinión, las empresas informativas y las redacciones tienen en la actualidad una gran oportunidad para repensar las bases sobre las que tradicionalmente se han elaborado, y se siguen elaborando, las noticias.
La forma de presentar las noticias se ha mecanizado casi a la perfección durante más de un siglo de producción. La redacción en forma de pirámide invertida que se enseña en las facultades de Periodismo ha cumplido su misión de jerarquizar la información a través de su estructura, y presentarla al público priorizando lo esencial.
Los medios de comunicación publican diariamente cientos de noticias en un proceso que comienza y acaba cada día. Históricamente las noticias se han presentado (y leído) como una serie de artículos que informan sobre acontecimientos que se producen. La temporalidad estaba ligada a los ritmos de impresión y difusión.
Las restricciones propias de la prensa hacían que un artículo, una vez que se publicaba en un periódico, fuese inalterable. Los nuevos medios de comunicación fueron introduciendo el audio, el video y la interactividad, pero hasta los más innovadores formatos todavía se concibieron como artículos.
Sin embargo, los comportamientos de producción y consumo de noticias se han modificado notablemente en los últimos años, por lo que Lloyd propone repensar la forma en la que se presentan las noticias. Y pone un ejemplo: ¿se imagina que cada vez que ocurre algo nuevo en Siria, Wikipedia publicara una nueva página de Siria, y para entender el panorama haya que rebuscar manualmente en cientos de páginas que superponen información? La idea parece absurda y, sin embargo, es lo que hacen los medios de comunicación todos los días.
Lloyd no habla de transformar las noticias en material de referencia puro, como una Wikipedia basada en noticias, sino más bien apuesta por aprovechar “la profundidad del conocimiento de un cuerpo rico de información para ampliar y profundizar la experiencia del consumo de noticias”.
Dicho de otra forma, el objetivo sería aprovechar la información que está dentro de cada noticia publicada. Para ello, lo primero sería codificar esta información y, después, identificar y definir las piezas potencialmente reutilizables dentro de una noticia. En el Grupo de Investigación y Desarrollo de The New York Times lo llaman partículas.
El proyecto de este laboratorio de innovación periodística se basa en identificar, anotar y etiquetar los datos que contiene una información mediante una aplicación informática. Cualquier noticia recoge la narración sobre el hecho que está ocurriendo, pero también contiene información de contexto que puede ser útil extraer o codificar.
Una vez conseguido esto, el periodista podría recuperar de una forma sencilla el contenido que necesite en cada momento reduciendo su carga de trabajo y haciéndola más ágil.
El enfoque de partículas sugiere que necesitamos identificar las piezas reutilizables en nuevos contextos. El objetivo es convertir las noticias en un recurso para el conocimiento y la comprensión.
En su libro "El fin de los medios de comunicación de masas", Jeff Jarvis también promueve la deconstrucción del artículo para convertirlo en “una colección de activos” (la novedad, los antecedentes, la cronología, los actores, etc.), donde el periodista puede crear caminos distintos para los diferentes públicos (el inexperto, el experto, el lector superficial…). Cada uno de esos activos puede actualizarse cuando sea necesario, y cada uno de esos caminos puede personalizarse según el conocimiento y la necesidad.
Lea: Nuevo periodismo, nuevos paradigmas
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Con esta propuesta, el mejor editor sería el mejor creador de caminos, a través, por ejemplo, de los enlaces. Su trabajo consistiría en redireccionar la lectura a los medios que mejor informen sobre un hecho concreto, a aquellos activos que hagan que la historia se entienda mejor o a las fuentes más fiables.
Como dice Jarvis, el enlace (lenguaje de hipertexto), en el sentido más rudimentario, permite mostrar a cada lector diferentes caminos para recorrer una información. El siguiente paso sería reinventar la forma y la presentación de esa información.
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Fuente: https://enriquebullido.com
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